Material | χm=Km-1 (x 10-5) | |
Paramagnético |
Óxido de Hierro (FeO) | 720 |
Alumbre de Hierro | 66 |
Uranio | 40 |
Platino | 26 |
Tungsteno | 6,8 |
Cesio | 5,1 |
Aluminio | 2,2 |
Litio | 1,4 |
Magnesio | 1,2 |
Sodio | 0,72 |
Oxígeno gas | 0,19 |
Diamagnético |
Amoniaco | -0,26 |
Bismuto | -16,6 |
Mercurio | -2,9 |
Plata | -2,6 |
Carbono (diamante) | -2,1 |
Carbono (grafito) | -1,6 |
Plomo | -1,8 |
Cloruro sódico | -1,4 |
Cobre | -1,0 |
Agua | -0,91 |
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Aquí la cantidad Km se llama permeabilidad relativa, una cantidad que mide la proporción de la magnetización interna respecto al campo magnético aplicado. Si el material no responde a la magnetización del campo magnético, entonces el campo en el material será sólo el campo aplicado, y la permeabilidad relativa Km =1. Una permeabilidad relativa positiva mayor que 1, implica que el material magnetiza en respuesta al campo magnético aplicado. La cantidad χm se llama susceptibilidad magnética, y es exactamente la permeabilidad menos 1. La susceptibilidad magnética es entonces cero, si el material no responde con ninguna magnetización. Así que ambas cantidades dan la misma información, y ambas son magnitudes adimensionales.
En los sólidos ordinarios y líquidos a temperatura ambiente, la permeabilidad relativa Km está típicamente en el rango de 1,00001 a 1,003. Se reconoce este carácter débil magnético de los materiales comunes por el dicho de "no son magnéticos", explicando su gran contraste con la respuesta magnética de los materiales ferromagnéticos. Más precisamente, son bien paramagnéticos o diamagnéticos, pero en todo caso, representan una respuesta magnética muy pequeña en comparación con los ferromagnetos.
Los gases N2 y H2 son débilmente diamagnéticos, con susceptabilidades de -0,0005 x 10-5 para el N2 y -0,00021 x 10-5 para el H2. Esto está en contraste con la gran susceptibilidad paramagnética del O2 en la tabla.
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