Refrigeración por Trampa Magnética

A partir de aproximadamente 1985, con el trabajo de Steven Chu y otros, el uso de láseres para alcanzar temperaturas extremadamente bajas, ha avanzado hasta el punto de alcanzar temperaturas de 10-9 K. El primer gran paso hacia las temperaturas nanokelvin, fue el enfriamiento por láser. Con los avances en la tecnología y las técnicas de colorido, apodadas "enfriamiento Sísifo" y "melaza óptica", se obtuvieron temperaturas tan bajas como 35 mK en el sodio y 3 mK en el cesio. El enfriamiento láser se enfrentó a un obstáculo conocido como límite Doppler, que fue superado en parte con el uso de campos magnéticos, en lo que se llamó trampa magneto-óptica (MOT). Durante este período, se estuvo llevando a cabo la búsqueda de la condensación Bose-Einstein en gases diluidos, y para ello, se necesitaba aún más bajas temperaturas.

Una vez que se logró la trampa magnética, se comprendió que el establecimiento de una trampa "profunda", y posteriormente el descenso de las paredes de la trampa, permitiría dejar escapar a los átomos más enrgéticos, quedando una colección con energías más bajas, y más bajas temperaturas. Esto fue descrito como enfriamiento por evaporación, y tuvo el doble efecto de reducir la temperatura, y aumentar la densidad de los restantes átomos atrapados. Ambos efectos ayudaron a alcanzar la meta de establecer el condensado Bose-Einstein (BEC).

Aplicaciones Láser
Índice

Conceptos de Láser

Referencia
Chu
Science

Scientific American
 
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